MADRES ALBERGADAS EN EL INSN SAN BORJA LUCHAN POR SUS HIJOS HOSPITALIZADOS Y REALIZAN PRENDAS DE LANA EN MEDIO DE LA PANDEMIA

Pusieron a la venta chompas, gorros, chalina y faldas a precio de feria

Guerreras. Maribel, al igual que más de veinte madres de familia que provienen del interior del país permanece en el albergue del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja, luchando por la vida de sus hijos y aprendiendo manualidades como tejido en medio de la emergencia sanitaria por el covid-19.

“El tejido ha sido como una terapia para nosotras en este tiempo difícil, lo único que le pido a Dios es que mi hijo se recupere de la enfermedad que presenta y lo libre de no contagiarse de este virus del covid”, expresó Maribel N.F. Ella es natural de Pisco y desde agosto del año pasado ha tenido que viajar a Lima para velar por la salud de Jesús, el último de sus siete hijos que se encuentra internado en una Unidad de Cuidados Intensivos.

Desde la declaratoria de la emergencia sanitaria, todas ellas se han convertido en una familia y lo que comenzó como un pasatiempo o hobbie, hoy es un deseo de emprendimiento microempresarial o un negocio particular de confección de hermosas prendas de invierno para niños como chompas, chalinas y gorros.

En este tiempo de pandemia por el covid-19, el albergue se ha convertido en el apoyo fundamental para las madres que provienen de las diversas regiones del país y que no tienen un lugar donde pernoctar mientras sus hijos reciben el tratamiento médico que necesitan.

Desde el año 2015 a la fecha se han brindado albergue y alimentación a aproximadamente 5 mil madres de pacientes de UCI beneficiadas en un ambiente acondicionado en el 8vo. piso del Instituto, convirtiéndose en este tiempo de pandemia por Covid-19 en un espacio de cobijo para las madres que provienen del interior del país.

El albergue cuenta con un servicio de lavandería, servicios higiénicos, un almacén y dos comedores familiares, donde las madres reciben sus alimentos tres veces al día (desayuno, almuerzo y cena). Cuenta con 16 habitaciones con capacidad para alojar a más de 40 madres, garantizando el acompañamiento de los padres dentro de una política de humanización de la atención.