REALIZAN CAMPAÑA EDUCATIVA Y DE DETECCIÓN DE LUNARES EN INSN SAN BORJA

Febrero |

Atención será gratuita en el marco del Día del Lunar

La infancia es la etapa más vulnerable para sufrir los efectos dañinos del sol. El daño es acumulativo y se calcula que hacia los 18 años se ha recibido casi el 80% de radiación solar que se recibirá en toda la vida.

La Dra. Rosa Castro, dermatóloga pediatra del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja-INSN SB sostuvo que la exposición prolongada al sol aumenta en forma progresiva la aparición de lunares  hasta en un 5%, especialmente en niños.

Mencionó que el aumento de los lunares puede predecir un mayor riesgo a desarrollar un cáncer en la piel pues los daños provocados por el sol  se acumulan en forma progresiva en la piel.

La presencia de lunares o también llamados nevos en niños guarda relación con muchos factores como herencia, fototipo de piel, pero sobre todo a la exposición prolongada al sol.

Para detectar estos casos y sensibilizar a la población sobre el riesgo de una exposición prolongada al sol sin una debida precaución, el INSN San Borja se suma a la Campaña de Educación, Prevención y Despistaje gratuito de lunares, que se realiza en el marco del Día del Lunar en coordinación entre el Ministerio de Salud, y el Círculo Dermatológico del Perú (Ciderm).

Esta jornada médica se llevará a cabo en el INSN San Borja este sábado 03 de 9:00 am y 1:00 pm, evaluando a niños y adolescentes que presenten lunares.

Para los especialistas, la mejor recomendación es evitar la exposición solar de los niños en el lapso de 10:00 a.m. y 4:00 p.m., utilizar la ropa adecuada que aumenta la protección solar como sombreros de ala ancha, viseras.

“Hasta los 3 años la piel de los niños es muy frágil y susceptible de modificaciones por la radiación solar”, afirmó la especialista.

Los niños menores de 6 meses no deben ser expuestos al sol y la única protección que pueden usar es la ropa adecuada pues no pueden usar bloqueadores solares. Después de ello pueden recibir algo de sol por cortos periodos, evitando las horas de mayor radiación y con un protector solar adecuado para niños con un factor mayor a 30.

En lugares abiertos como playa o piscinas, o luego de un baño o  transpiración excesiva, se recomienda echar bloqueador cada dos horas.


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